Llovizna. Sol. Llovizna. Sol. Llovizna. Sol. La repetición no es azarosa: así se presenta el clima de San Pablo el domingo a la mañana, el día de la carrera principal de la 21ª fecha de Fórmula 1. Mientras las tribunas se van poblando a ritmo lento, el que propone el tedioso ingreso, el cielo no se decide. Nubes oscuras que se acercan, el sol que quiere mostrarse. Impredecible, sin dudas, todo un dolor de cabeza para los equipos de F1 que desde las 10 de la mañana ya trabajaban en los autos. De los pilotos, solo Kimi Antonelli estaba en su box, codo a codo con los mecánicos. Temprano ya hubo noticias: Franco Colapinto avanzó dos puestos en la grilla y Red Bull irá a por todas con Max Verstappen.
El equipo del campeón decidió dar vuelta por completo el RB21 de su estrella. Se sabía de antemano, pero había que esperar la confirmación oficial. El sábado por la tarde, mientras todos los autos ya dormían tapaditos y con precintos como indica la FIA que se debe hacer en parque cerrado, en Red Bull estaban en pleno trabajo sobre el auto de Verstappen. Finalmente, ya en la mañana del domingo, llegó el anuncio: Max partirá desde boxes.
El neerlandés llegó a San Pablo a 36 puntos de Lando Norris, el líder, con 116 en juego. Tras el sprint, la diferencia se fue a 39 con 108 en disputa. Y, para colmo, Max tuvo una pésima clasificación. Las quejas por el andar del auto se multiplicaron en Verstappen, quien por primera vez en su carrera no pudo pasar el corte de Q1 en una qualy en la que no haya sufrido penalizaciones o accidentes. Quedó 16º. Los de Milton Keynes saben que con el andar del RB21 no existiría la más mínima chance de buscar el milagro de 2024, cuando largó 17º y ganó. Así, a cambiar todo.
Laurent Mekies, director de Red Bull, dijo tras la clasificación que habían tomado riesgos adicionales en la puesta a punto para tratar de encauzar el fin de semana, pero fue todo lo contrario. Red Bull decidió volver a utilizar el suelo de Austin, carrera en la que ganó, y hacer a un lado el que tenía calzado en Brasil y que se había estrenado en México. Además, se volvió para atrás en todas las modificaciones de riesgo adicional que dijo el pope, que habían mejorado la manejabilidad, pero que dejaron a los autos con muy poco grip. Max se la pasó derrapando en la clasificación y dijo que tenía que ir lento para no despistarse. Además, utilizarán una unidad de potencia completamente nueva: motor de combustión, turbo y sistema eléctrico. Los austríacos se juegan la última carta para tratar de llegar al último trío de carreras con alguna chance, aunque parece complicado con el firme andar de Lando Norris.
Y a río revuelto, ganancia de Franco Colapinto. Porque además se informó que Esteban Ocon utilizará un nuevo motor de combustión y, al superar el máximo anual permitido, deberá penalizar. El argentino se clasificó 18º y penúltimo entre los que giraron (Gabriel Bortoleto no pudo salir tras su fuerte accidente del sprint) y, con la salida de grilla de Max y el recargo del francés de Haas, ascenderá dos puestos para partir 16º, una posición más cercana a la zona de puntos. Aunque será una tarea compleja poder llegar allí. Ya parece casi milagroso el noveno lugar que consiguió un iluminado Pierre Gasly en la qualy, que fomentó el puntito que sumó en el sprint.









