Héctor García
Son preocupantes las sugerencias del ingeniero Rafael Villalona Calero a los miembros del Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano.
Villalona Calero, quien es vocal de esa entidad, apeló hace unos días a que prevalezca la consideración y el respeto en las reuniones del Comité Olímpico Dominicano’.
Pide el dirigente, que ‘se aclaren los puntos reclamados por el primer vicepresidente, Luis Chanlatte, quien pidió una explicación sobre 32 millones de pesos, que según él, no sabe su destino. Lo delicado de la situación es que esos 32 millones, son de los recursos públicos, asignados al COD por el Ministerio de Deportes, para los
compromisos de Los Juegos de Tokio y Cali.
Así de delicadas andan las cosas en el Comité Olímpico en la corta gestión de Antonio Acosta.
Partiendo de los pronunciamientos de Villalona Calero, noto poca luz en el quehacer de nuestro organismo olímpico, donde según fuentes amigas, el panorama es tétrico y podría terminar con algunas renuncias, pues nadie quiere estar exponiendo su credibilidad y llevando preocupación a la familia.
¿Qué pensarán los miembros del Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano?
¿No se han dado cuenta, de que ese es un organismo colectivo, y por lo tanto, no solamente Antonio Acosta, Colin, deberá responder a cualquier indagación externa?
Creo que los amigos del COD no han advertido el peligro.
El Comité Olímpico Internacional, (COI) recibe frecuentemente informes detallados sobre la vida interna de su socio en República Dominicana.
Esos datos se van acumulando y ensombrecen el panorama, sinque al parecer, les importe a los miembros del Comité Ejecutivo.
No quiero matarle la esperanza a nadie. Pero no percibo un futuro promisorio en ese organismo del deporte, que es digno de mejor suerte y más ahora que ha recibido tantos millones de pesos del
Estado.
No tengo una bola de cristal, sencillamente, observo los acontecimientos, y vislumbro una lamentable desafiliación del Comité Olímpico Dominicano, del olimpismo internacional. Y eso hay que evitarlo a toda costa.
Hablar de desafiliación es lamentable, pero las actuaciones y el proceder del COD, nos hace pensar lo impensable y en cualquier momento, se desarma esa institución por donde han pasado tantos dominicanos nobles.
La advertencia está hecha. Antonio Acosta debe botar el orgullo y solicitar ayuda, pues definitivamente, no ha podido domar ese toro bravío, llamado: Comité Olímpico Dominicano.
