PITTSBURGH.─ Los Mets tuvieron un fin de semana para el olvido contra los Piratas.
Enfrentando al club con el peor promedio de bateo colectivo (.234) de la División Central de la Liga Nacional, un equipo que lleva ritmo para perder casi 100 juegos, los Mets fueron superados en carreras por 30 a 4 en una barrida de tres partidos. A pesar de que los Piratas no tuvieron una salida larga de ninguno de sus abridores, los Mets tuvieron problemas contra los lanzadores de Pittsburgh, con todo y que no vieron al fenómeno Paul Skenes.
“Todos estamos frustrados, obviamente, no voy a mentir”, dijo el mánager de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza. “Somos mejores que eso, y ellos lo saben. Es un tramo difícil, pero tenemos que ser mejores. Empieza conmigo. Creemos en esos muchachos”.
El domingo, los primeros cuatro en el orden al bate de Nueva York – el boricua Francisco Lindor, Brandon Nimmo, el dominicano Juan Soto y Pete Alonso – se combinaron para irse de 15-2 en el plato. Un jonrón solitario del venezolano Luis Torrens en la quinta entrada marcó la única carrera de los Mets en la paliza por 12-1.
Los resultados no fueron mucho mejores en lo que a prevención de carreras respecta. La serie marcó la primera vez que los Mets han permitido nueve rayitas o más en tres partidos consecutivos desde una serie contra los Nacionales del 24 al 26 de septiembre del 2007, durante un tramo en el que el club tuvo récord de 5-12 en sus últimos 17 duelos para despilfarrar una ventaja de 7.0 juegos en su división.
Fue la última derrota en un frustrante mes en el que jugaron para 12-15, la peor marca en mes alguno del equipo esta temporada. Las tres derrotas del este fin de semana llevaron el récord de los Mets como visitantes a 19-25.
Tras la derrota del sábado, el equipo sostuvo una larga reunión sólo de jugadores en el clubhouse, con varios líderes veteranos instando a sus compañeros a seguir apoyándose mutuamente durante la mala racha. Veinticuatro horas después, no estuvieron ni cerca de encontrar respuestas.
“Hay un equipo de Grandes Ligas del otro lado; [tenemos] que quitarnos el sombrero ante ellos”, comentó Lindor. “Hicieron un muy buen trabajo. Nos superaron. Lanzaron mejor que nosotros, batearon mejor que nosotros, corrieron las bases mejor que nosotros, jugaron mejor defensa… dicho esto, sí, hay una sensación de que estamos frustrados. No estamos ganando, pero al final del día, es simplemente parte de la adversidad con la que estamos lidiando en este momento.
“Nos vamos a mantener unidos y a seguir jugando lo más duro que podamos para salir de esto y, con suerte, una vez que salgamos de esto, no volveremos a pasar por algo así”.
Después del partido, Mendoza se unió a Lindor en no culpar a ningún departamento en particular, reconociendo en cambio que ninguna unidad no ha jugado a la altura.
“Seguiremos creyendo en esos muchachos”, aseguró Mendoza. “Son buenos jugadores. Están pasando por un momento muy difícil ahora mismo”.
Un motivo para el optimismo son las recientes hazañas ofensivas de la mayor adquisición de Nueva York en la temporada muerta, Soto. El jardinero bateó .322 con 11 jonrones y 20 carreras impulsadas en junio, terminando empatado con otros seis Mets con la segunda mayor cantidad de vuelacercas en un solo mes en la historia de la franquicia (Dave Kingman en julio de 1975 y Gary Carter en septiembre de 1985 dieron 13). Su OPS de 1.196 fue el segundo mejor en un solo mes en la historia de la novena, detrás de Darryl Strawberry (1.209 en junio de 1990).
Lo hecho por Soto, junto con algunos otros bateadores en la parte superior del orden de Nueva York, son una de las razones por las que el grupo se encuentra todavía a apenas 1.5 juego de los Filis en la División Este de la Liga Nacional. Es la primera vez en la historia de la franquicia en que los Mets han tenido a cuatro jugadores – Soto (20), Alonso (18), Lindor (16) y Nimmo (15) – con al menos 15 vuelacercas en una campaña antes de finalizar junio.
Aun así, un día libre no podría haber llegado en un mejor momento, y Lindor tiene la esperanza de que los Mets salgan completamente descansados para enfrentar el martes a un equipo de Milwaukee que está encendido.
“Es un tramo difícil, sin duda”, reconoció Lindor. “Esperemos que después del día libre mental y para alejarnos del terreno, podamos regresar y volver con todo”.