TUCSON, Arizona.─ Mientras el bateador zurdo de 6’3″ y 205 libras y número 24 realizaba sus prácticas de bateo con la selección brasileña en el Kino Veterans Memorial Stadium el sábado para prepararse para el primer juego de las clasificatorias del Clásico Mundial de Béisbol 2025 del país el domingo contra Colombia, el manager del equipo de Brasil, Daniel Yiuchi Matsumoto, hablaba sobre el poder del prospecto de 18 años de los Angelinos. En ese mismo momento, se vio un batazo que voló la cerca a 375 pies del home plate por el jardín derecho.
Ese bateador era el jardinero Lucas Ramírez, hijo del extoletero y 12 veces convocado al Juego de Estrellas, el dominicano Manny Ramírez, autor de 55 jonrones en las Grandes Ligas. Lucas, cuya madre Juliana es oriunda de Brasil, está tomando un tiempo para apartarse del campamento de ligas menores de los Angelinos en Tempe, Arizona, después de viajar a Tucson para intentar ayudar a dicho país a clasificar para el Clásico Mundial de Béisbol 2026 en las clasificatorias que también incluyen a Colombia, Alemana y China.
Y sí, el 24 en el uniforme del Equipo Brasil de Lucas es en honor a Manny, quien tuvo algunos de sus mejores años en las Grandes Ligas con Cleveland y Boston con ese número.
«Eso es por mi papá», confirmó dijo Lucas. «Veinticuatro siempre ha sido mi número favorito, por mi papá, cuando lo usaba en Boston y mataba la liga. Entonces, el 24 es mi número, por él.
Lucas, el más joven de los tres hijos de Manny, fue seleccionado en la 17ª ronda del Draft del año pasado por los Angelinos después de disparar cuatro cuadrangulares y remolcar 22 carreras como senior en la American Heritage High School en el Sur de la Florida. Decidió firmar con los Angelinos y renunciar a la oportunidad de jugar en la Universidad de Tennessee, con la bendición de su padre.
«Él dejó que yo me guiara a mí mismo y confiaba en que yo sabía lo que era mejor para mí en ese momento», dijo Lucas acerca Manny y su actitud ante la decisión de su hijo de pasar directamente al béisbol profesional desde la escuela secundaria. «Yo sentía que estaba listo para hacerlo y sabía que me iban a cuidar muy bien y hacerme un mejor jugador cada día».
Mientras Lucas se prepara para su primera temporada profesional, es uno de los integrantes más jóvenes de la selección brasileña, que trata de clasificar para su segundo Clásico Mundial de Béisbol después de tener récord de 0-3 en el torneo del 2013 y no clasificar para los siguientes dos. Por supuesto, su papá es oriundo de la República Dominicana, pero con el talento establecido en esa potencia del béisbol, Brasil era su mejor oportunidad para enfrentarse a competencia internacional en esta etapa de su desarrollo.
«Creo que es más realista para mí jugar con Brasil, con tal de tener la oportunidad de jugar en los partidos», reconoció Lucas. «Pero en general, (Manny) está orgulloso de cualquier manera”.
Mientras Lucas Ramírez estaba en la caja de bateo el sábado, la pregunta en mente de todos era qué tan similar era su swing al de su famoso padre. Por supuesto, Manny fue un bateador diestro y Lucas es zurdo, pero eso no significa necesariamente que no haya elementos parecidos, al menos desde el punto de vista de Lucas.
«Creo que es muy similar. Tenemos los mismos movimientos”, afirmó Lucas. No tenemos el mismo cuadre, pero tenemos las mismas manos y la misma mecánica en general».
Y el apoyo está ahí de parte de su papá, siempre que se necesite.
«100%», enfatizó Lucas. «Hablo con él todos los días sobre béisbol y le cuento cómo me siento todos los días sobre lo que está pasando con mi swing. Es mi coach de bateo. Bateamos juntos todos los días cuando estamos en casa”.
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Para Matsumoto y el resto de la selección brasileña, éste es un momento de conocerse para muchos de los jugadores, especialmente para aquellos como Ramírez que no han entrenado anteriormente con el equipo. Pero las primeras impresiones son positivas, de ambas partes.
«Es un atleta rápido, defensivamente hablando. Ya vimos que tiene lo necesario”, dijo Matusmoto sobre las habilidades de Ramírez en los jardines. «Ofensivamente, vamos a ver cómo se va a desempeñar. Vimos sus videos y tenemos grandes expectativas para su actuación en esta clasificatoria del Clásico Mundial de Béisbol.
«Es bateador zurdo y su padre era derecho. Hasta ahora, estamos muy emocionados de tenerlo en el grupo y tenemos grandes expectativas con él”.
Y para Ramírez, la presencia de jugadores en el equipo nacidos en Japón con raíces brasileñas jugando con la selección, así como aquellos nacidos en este último país con herencia japonesa, ha sido una revelación.
«Es súper interesante», dijo Ramírez. «He visto cómo los jugadores japoneses entrenan y hacen las cosas. Son muy estrictos y les encanta trabajar”.
Ramírez es uno de los dos hijos de famosos exjugadores de Grandes Ligas en el equipo brasileño en Tucson, con Dante Bichette Jr. también en el grupo. Para Ramírez, jugar béisbol fue parte de su crianza desde que tenía cinco años. Él cuenta que optó por el fútbol por un tiempo, pero luego «el fútbol se volvió aburrido» a los 12 años y decidió volver al béisbol, con una motivación particular en mente.
«Siempre he querido ser mejor que mi papá; por eso, quise volver a jugar béisbol.»
El camino hacia ese objetivo apenas comienza. Esta semana en Tucson, la meta es demostrar lo que puede hacer en un escenario internacional, antes de continuar con su primer campamento primaveral en la organización de los Angelinos.
«Obviamente ganar (el torneo) y demostrar mis habilidades, que estoy listo para jugar… salir todos los días y demostrarles a los Angelinos que estoy listo para jugar,» dijo Ramírez. «Creo que puedo aportar algo de liderazgo y un gran poder zurdo. También, algo de defensa en los jardines”.
David Venn/LasMayores.com