SAN DIEGO.- ¿Dónde estarían los Padres sin Nick Pivetta?
Dado el estado actual de su rotación y, en realidad, de todo su cuerpo de lanzadores, bueno… están contentos de no tener que averiguarlo.
Pivetta volvió a lucirse el miércoles justo cuando los Padres más lo necesitaban. En una tensa victoria por 1-0 sobre los Nacionales en el Petco Park, ponchó a 10 a lo largo de siete entradas en blanco, permitiendo apenas tres sencillos y no otorgó bases por bolas. Ningún bateador de Washington llegó a posición de anotar.
“Estuvo fantástico”, dijo el mánager Mike Shildt. “Mostró todo su arsenal… Estuvo intratable. Siete entradas magníficas, y no teníamos margen de error”.
Es difícil exagerar lo que esa labor significó para este cuerpo de lanzadores. El martes, el abridor novato Ryan Bergert salió temprano después de ser golpeado por una línea. Los cuatro relevistas más importantes de los Padres cubrieron seis episodios. Si alguna vez necesitaron una labor de altura de su abridor, era el miércoles.
El miércoles, el cerrador venezolano Robert Suárez comenzó a cumplir su suspensión de dos juegos por golpear a Shohei Ohtani la semana pasada. Si alguna vez necesitaron un gran esfuerzo de su abridor, fue el miércoles.
“Uno quiere tratar de ayudar al bullpen tanto como sea posible porque ellos nos han ayudado mucho este año”, dijo Pivetta. “Todos aquí saben lo buenos que han sido, lo consistentes. Simplemente poder ayudar al equipo lo mejor que pueda en cada ocasión es lo que estoy tratando de hacer”.
Los Padres anotaron la única carrera del juego en la parte baja de la segunda entrada con un sencillo remolcador con dos outs del venezolano Luis Arráez, quien se fue de 4-3. El receptor de San Diego también venezolano Elías Díaz fue puesto out en el plato en la misma jugada, después de que Tyler Wade pisara el plato. Resulta que esa única carrera fue suficiente.