YANKEE STADIUM, Bronx, NY.- Yennier Cano, quien a los 29 años se ha convertido en una sensación de la noche a la mañana y posiblemente el mejor relevista del béisbol en 2023, muestra una sonrisa de un millón de dólares y dice: “Gracias”.
De todas las teorías sobre por qué el lanzador cubano finalmente logró su paso en las Grandes Ligas (un ajuste en la entrega, una confianza creciente, asistencia analítica), quizás el ingrediente más importante es uno que no se puede cuantificar: papá fuerza. La vida de Cano ha estado salpicada de dificultades:
La muerte de su madre. Una prohibición de béisbol por parte del gobierno cubano. La decisión de dejar su tierra natal por una mejor oportunidad y un nuevo país. Luego otro país. Y un tercero también ha subido a la montaña rusa del béisbol profesional. Él dominaría un día; no pudo lanzar strikes el siguiente. Enjuague y repita. Sin embargo, nada preparó a Cano para el 2 de agosto de 2022.
De joven, Cano nunca imaginó mudarse de Cuba. Estaba contento jugando en la Serie Nacional de Cuba, la principal liga profesional del país, y para su equipo nacional. Vivía y acampaba en el pueblo donde nacieron él y su esposa, Ciego de Ávila. Sin embargo, en 2016, Cano dijo que su mundo se derrumbó. Su madre, Amelia, murió de una enfermedad pulmonar.
Horas después de su funeral, Cano, entonces de 22 años, jugó un partido de béisbol. Necesitaba competir. “El béisbol es mi mayor escape y, sinceramente, fue una de esas cosas en las que, a lo largo de mi vida, el béisbol me ha ayudado a superar tantos momentos importantes”, dijo Cano.
“Creo que, honestamente, jugar béisbol me ayudó a superar la muerte de mi madre”. Cinco días después de ser enterrada, Cano decidió que no había una razón de peso para permanecer en su tierra natal. Él y su esposa podrían tener un futuro mejor en otro lugar. Se sentaron con sus familias y discutieron planes.
“Fue una decisión bastante importante, pero lo discutimos”, dijo Cano. “Fue una muy buena decisión”. Cano dijo que él y su esposa comenzaron el proceso para salir de Cuba en 2017, presentando una solicitud al gobierno en lugar de intentar la deserción.
La burocracia estaba en todas partes. “Definitivamente fue un proceso largo, trabajar con abogados y cosas así”, dijo.
«En total, tomó alrededor de un año, porque un día te decían ‘Sí’ y al día siguiente decían ‘No’. O te cambiaban algo». Había que hacer sacrificios. A Cano se le prohibió jugar béisbol durante un año. Estaba bajo la atenta mirada del gobierno y no podía entrenar en los campos de Cuba.
“Estuve básicamente bajo vigilancia las 24 horas del día durante ese año”, dijo.
“Me involucró entrenar en mi casa o encontrar diferentes formas de mantenerme en forma y estar listo mientras estaba lejos de un campo de béisbol”.
Finalmente, recibió permiso de los funcionarios de Argentina para mudarse y entrenar allí. Después de un año en el exilio del béisbol, Cano y su esposa se fueron de Cuba, pasaron unos seis meses en Argentina y luego se mudaron nuevamente a la República Dominicana.
Fue entonces cuando su sueño de las Grandes Ligas de Béisbol se fusionó. El gerente general de los Orioles, Mike Elias, sabe de Cano desde hace varios años.
En 2019, Elias y Koby Pérez, director sénior de scouting internacional de la organización, viajaron a República Dominicana para ver a Cano lanzar en una exhibición.
Al grupo de expertos de los Orioles le gustó lo que vio. Pero los Orioles veían a Cano como un relevista y sus manejadores lo estaban promoviendo como abridor.
Tras lograr el sueño de dar el brinco a las mayores Cano está gozando de una muy buena estadía con los Orioles, después que fue degrado por los Twins de Minnesota.
Está feliz con Baltimore y mucho más que contento con los resultados logrado este año y de ser el preparador de mesa del cerrador dominicano Batista.
Claro sus buenos resultados se basa a sus condiciones y preparación, pero no deja atrás que ha sabido controlar las emociones, que ha sido parte del éxito.
Según Cano, a pesar de los pesares, las condiciones y precariedades, Cano vislumbra el béisbol cubano un deporte que reúne a talentosos jugadores.