En 21 temporadas en las Grandes Ligas, el dominicano Adrián Beltré, compiló un total de 2,933 partidos con cuatro organizaciones diferentes, consiguiendo 1,524 carreras anotadas, 3,166 hits, 623 dobles, 38 triples, 477 jonrones, 1,707 carreras remolcadas, 121 bases estafadas, 848 bases por bolas, 1,732 ponches, .286 de promedio al bate y .819 de OPS.
Esos números fueron mucho más que suficiente para que este martes fuera anunciada su elección al Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas, con el 95.1%, junto al ex receptor Joe Mauer y el ex jugador del cuadro interior Todd Helton en la Clase 2024 de Cooperstown, nicho de los inmortales del béisbol, que se ubica al norte del Estado de Nueva York, y donde se celebrará la ceremonia de exaltación en julio venidero.
A pesar de su porcentaje de 95.1% de ser el número 18 más alto entre todos los peloteros que ha sido elegidos al Salón de la Fama, y estar muy por encima del suficiente 75% para entrar, todavía siguen apareciendo escritores, con derecho al voto, con falta de nobleza y moralmente despreciable.
Inclusive, con una mezquindad hasta en su ataúd, después de sus muertes.
¿Realmente, cuál fue la razón o razones de esos míseros que le negaron el voto a Beltré?, ningunas, no hay razones, simplemente, ser despreciables en la sociedad, por su mal convivir.
Estamos hablando del más completo antesalista que ha sido elegido al Salón de la Fama en la historia.
Un hombre, limpio, colaborador con los periodistas, ganador de cinco Guante de Oro, cuatro Bates de Plata, dos de Platino y cuatro viajes al Juegos de las Estrellas.
Recuerden que esta elección está a cargo de los miembros con derecho al voto de la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos.