NUEVA YORK.- El torpedero puertorriqueño Carlos Correa y el jardinero dominicano Starling Marte fueron, por mucho, los jugadores más productivos de la temporada del 2022, entre los agentes libres latinos que estrenarán sus ricos contratos millonarios en las Grandes Ligas (MLB).
Desafortunadamente, la mayoría de los latinos con acuerdos que garantizaron más de $10 millones por más de una temporada tuvo un desempeño muy alejado de las enormes expectativas que llevaron a sus equipos, siendo los Detroit Tigers y los Miami Marlins los más afectados en ese sentido.
En contraste, un pequeño grupo de estrellas latinoamericanas con nombres sonoros en la industria, devolvió grandes dividendos en acuerdos baratos y de bajo riesgo. Pero estos, los dejaremos para el final.
En lugar de firmar un acuerdo a largo plazo como se estila en los casos de los mejores agentes libres, Correa aceptó unirse a los Minnesota Twins por tres años y $105.3 millones (el promedio de $35.1 millones por año estableció un récord para un jugador del cuadro) con una cláusula de salida en los primeros dos inviernos.
Jugando básicamente con un contrato que le permitía regresar al mercado cada año, Correa bateó .291 con 22 jonrones, .834 de OPS y brilló a la defensa (acumulando 5.4 WAR en sentido general) en 136 juegos para darse el lujo de escapar de Minnesota y ponerse en posición de discutir convenios de más de $300 millones con un par de conjuntos.
Marte bateó .292 con 16 jonrones, 18 robos, .814 de OPS, 3.4 WAR y gran defensa en el primer año de su contrato de cuatro temporadas y $78 millones con los New York Mets, que ganaron 101 partidos y acudieron a la postemporada por primera vez desde el 2016. El jardinero fue quinto del club en WAR, detrás del torpedero puertorriqueño Francisco Lindor y los estadounidenses Jeff McNeil, Brandon Nimmo y Pete Alonso.
Los Tigers y los Marlins, que intentaron dar un salto en el tormentoso proceso que toma regresar a ser competitivo en las ligas mayores, se estrellaron con una roca con sus principales apuestas.
La primera temporada del torpedero puertorriqueño Javy Báez (6 años/$140 millones) y del lanzador zurdo venezolano Eduardo Rodríguez (5 años/$77 M.) fue tan mala que hasta le costó el trabajo al gerente general cubano Al Ávila, quien fue despedido en agosto.
Báez bateó .238 con un porcentaje de alcanzar bases de .278, 17 jonrones y OPS de .671 en 144 juegos. Apodado «El Mago» por su defensa, Báez fue el segundo peor torpedero defensivo (-4 carreras salvadas) entre los que accionaron al menos mil innings en la posición.
Rodríguez apenas realizó 17 aperturas en su temporada de debut en Detroit. Lo que empeora el asunto es que la mayor parte de los tres meses de acción que perdió el zurdo entre mediados de mayo y mediados de agosto se debió a una razón no deportiva y/o física.
Rodríguez (5-5, 4.05 en 91.0 innings) fue a la lista de lesionados por una molestia en el costado el 18 de mayo, pero cuando estaba listo para regresar abandonó el equipo «para atender asuntos personales» y no regresó hasta el 21 de agosto. En un momento, la directiva de Detroit hasta perdió el contacto con el jugador.
Fue una situación donde no hubo ganadores en la Ciudad Motor: Los Tigers no contaron con su principal lanzador por la mitad del calendario, Rodríguez dejó de recibir $74,866 dólares por cada día que estuvo en la lista de restringidos y Ávila dejó de ser el único latinoamericano con el cargo de gerente general en las Grandes Ligas.
Miami, que busca su primera aparición de playoffs en una temporada normal desde el 2003, invirtió $86 millones de dólares en dos jardineros; el venezolano Avisaíl García (4 años/$53 millones) y el cubano Jorge Soler (3 años/$36 millones). El resultado no pudo ser peor.
García bateó .224 con ocho jonrones y mala defensa en 94 juegos para terminar con -1.1 WAR, mientras que Soler bateó .207 con 13 cuadrangulares y OPS de .695 en 72 juegos.
El relevista cubano Raisel Iglesias (4 años/$58 millones), el otro latino que recibió un contrato multianual con un valor superior a los $10 millones por temporada, siguió brillando al más alto nivel. El derecho tuvo efectividad de 0.34 en 28 juegos desde que fue canjeado por los Los Angeles Angels a los Atlanta Braves en el mercado de mitad de temporada.
Iglesias, quien devengará un salario de $16 millones en cada una de las próximas tres temporadas, terminó el 2022 con efectividad de 2.47 y logró 78 ponches en 62.0 innings en el primer año de su contrato.
Hablando de los Braves, el cerrador curazoleño Kenley Jansen lideró la Liga Nacional con 41 salvados y 54 juegos terminados, abanicó a 85 rivales y consiguió efectividad de 3.34 en 64.0 entradas en su contrato de un año y $16 millones, creando una plataforma para firmar, recientemente, por dos años y $34 millones con los Boston Red Sox.
El infielder venezolano Eduardo Escobar pegó 20 jonrones y remolcó 69 carreras en el primer año de su contrato de dos temporadas y $20 millones con los Mets y el veterano bateador designado dominicano Nelson Cruz fracasó terriblemente (10 jonrones y .651 de OPS en 507 apariciones), debido, entre otras cosas, a una inflamación en el ojo izquierdo que requirió operación, al final de su contrato de un año y $18 millones.
Washington y Cruz tenían una opción mutua, que fue declinada por el equipo, convirtiendo pelotero de 42 años en agente libre.
RINDIERON MUCHO POR POCO
La pasada temporada, varios peloteros latinoamericanos rindieron muy por encima de lo esperado en contratos cortos y muy baratos.
En ese grupo destaca por mucho el histórico inicialista dominicano Albert Pujols, quien bateó .270 con 24 jonrones y un OPS de .895 en un contrato de $2.5 millones para despedirse del béisbol con los St. Louis Cardinals, el equipo de sus primeros 11 años.
En su tour de adiós, Pujols fue invitado al Juego de Estrellas y se unió a Barry Bonds, Hank Aaron y Babe Ruth en la lista de jugadores con 700 jonrones en Grandes Ligas, cerrando con broche de oro una carrera que deberá terminar con una placa en Cooperstown.
Otro quisqueyano, el lanzador Johnny Cueto, tuvo efectividad de 3.35 en 158.1 innings y 24 aperturas con los Chicago White Sox. Cueto acordó un contrato de ligas menores, que le pagó una proporción del salario base de $4,2 millones por el tiempo que pasó en MLB.
Tras dos temporadas malas con Boston, el lanzador zurdo venezolano Martín Pérez aceptó jugar por un año y $4 millones con los Texas Rangers y procedió a tener la mejor actuación de su carrera: 12-8, 2.89 de efectividad y 196.1 entradas en 32 aperturas y su primera convocatoria al Juego de Estrellas.
En lugar de firmar un acuerdo multianual, el pitcher de 31 años aceptó la oferta calificada ($19.6 millones) para regresar con los Rangers en el 2023.
Otro caso digno de destacar es el del torpedero cubano José Iglesias, quien bateó .292 y fue un jugador sólido para los Colorado Rockies en un contrato de un año y $5 millones. Sustituyendo al estelar Trevor Story, «Candelita» sorprendió al mundo del béisbol, bateando .315 con un OBP de .348 fuera del Coors Field.
De acuerdo a la herramienta que utiliza Fangraphs para determinar el valor económico del aporte de un jugador, las actuaciones de Pérez, Cueto, Pujols e Iglesias tuvieron valores reales de $30,7 millones, $19.3, $14.5 y $8.1, respectivamente.
Enrique Rojas / ESPN