CITI FIELD, Queens, NY.- “El tío gruñón” del equipo es la manera en la cual se auto define el dominicano Rodney Linares, y es que ser uno de los pocos latinos en el cuerpo de entrenadores de un equipo que está conformado por predominantemente por jugadores de origen latino agrega una responsabilidad extra, ya que es quien es el encargado de comunicarse con los jugadores de una manera directa, lo que puede llegar ha ser una tarea muy gratificante cuando es buena y un tanto difícil cuando las noticias no son positivas.
Aunque en ocasiones pueden estar en desacuerdo, los jugadores respetan a Linares y su experiencia, sobre todas las cosas. Hijo de Julio Linares quien ha desarrollado varias funciones en la organización de los Astros de Houston desde el 1973 tanto a nivel de Grandes Ligas como los niveles de desarrollo desde la academia de los Astros en la República Dominicana.
Incursionar en el béisbol fue casi predestinado para Rodney Linares, quien firmó como jugador de cuadro y jugó en el nivel rookie desde el 1997 hasta el 1998, aunque su carreras como jugador no despegó, el dominicano no desistió en sus sueños de trabajar en el béisbol profesional, convirtiéndose en coach en la organización de los Astros de Houston a sus 21 años de edad, organización con la que asumió distintos roles en dos décadas de labor.
“Soy como un tío gruñón, hay muchas cosas que uno le dice a ellos que quizás ellos se molestan, pero ellos entienden que las cosas que yo le digo son por su bien con el mayor interés de que le ayude en su carrera», declaró.
Aunque algunas conversaciones son más placenteras que otras, Linares considera que la comunicación del equipo es muy buena, iniciando con el dirigente Kevin Cash, quien hace todo lo posible para que sus jugadores estén lo más preparados posibles cuando su nombre es llamado.
“Cuando se acaba la noche una de mis tareas es dejarle saber a los jugadores quien estará jugando y quien no el proximo dia, se le informa la posición que estara jugando y la alineación se hace el día siguiente”, comentó.
Los jugadores saben que la organización y el cuerpo técnico está determinado a poner el mejor equipo posible en el terreno cada día, lo que conlleva a los diversos cambios en la alineación dia tras dias, debido a la gran profundidad que poseen los Rays y aunque todos están comprometidos con la causa para ganar, existen momentos donde tiene que utilizar su experiencia para lidiar con la situación de la mejor manera posible.
“El trabajo no es tan fácil, son muchachos jóvenes que a veces hay que explicarles mucho, pero ya ellos ven y la mayoría de los muchachos en nuestro equipo ya tienen varios años aquí y saben como es nuestro sistema”, confesó.
Tampa Bay posee una basta cantidad de talento, con más de un jugador con capacidad para ser estelar por posición, lo que puede llegar a ser considera como un ‘problema bueno’, el inicialista Yandy Díaz, jardinero Randy Arozarena y campocorto Wander Franco, son los únicos jugadores que podrían ser considerados como jugadores estelares en la actualidad del equipo, ya que poseen la mayor cantidad de partidos jugados, iniciando en la gran mayoría de ellos, pero esto no es indicativo del talento que poseen el resto de sus jugadores.
“Lo difícil de esta situación es encontrarle el tiempo de juego a los muchachos, ya que tenemos jugadores que pueden ser estelares en cualquier otro equipo, lo importante es hablarles con la verdad, por eso cuando les informo que no están jugando les dijo que no están empezando, porque siempre buscamos la manera de utilizarlos en el juego”, explicó.
Considera que la salud ha sido lo más importante para el equipo y el buen inicio de temporada que han tenido, destacando que el tener con el equipo a jugadores que no estuvieron disponibles en la pasada temporada como es el caso del campocorto Wander Franco, Manuel Margot quienes son jugadores de suma importancia de manera ofensiva y defensiva para el equipo.
“La atmósfera es buena en el equipo, pero aún más importante es que tenemos salud”, dijo.
Aunque los jugadores de posición están en su mayoría saludable, la rotación abridora de Tampa Bay ha sido golpeada con lesiones importantes como son la pérdida de Drew Rasmussen y Tyler Glasnow, la profundidad que posee la organización en sus equipos afiliados podrían ser clave en el desarrollo de la temporada, ya que los pone en una buena posición para posibles transacciones si llegan a necesitarlo.
“La profundidad que tenemos como organización y aunque mucho de nuestros lanzadores han tenido lesiones recientemente, tenemos profundidad, y varios de nuestros lanzadores estarán de vuelta pronto y en el caso de que tengamos que ir al mercado, creo que estamos en una buena posición para hacer cualquier tipo de negociación si se necesita en la fecha límite de cambios”, afirmó
Sin importar las altas y bajas que están garantizados a enfrentar en una temporada tan larga y tediosa como es la de Grandes Ligas, solo una cosa permanece para la organización, el ir al terreno de juego con la mentalidad de ganar y hacer lo que sea necesario para el éxito de la organización por encima de los elogios personales.
“Tenemos un equipo de jugadores que están dispuesto a eso y que solo quieren ganar”, finalizó