No ha llegado la fecha de cambios (1 de Agosto) y ya los Mets están haciendo limpieza.
No es para menos. Están teniendo una campaña muy pobre después de haber invertido mas de 300 millones en jugadores. Y si tomamos las adiciones del 2022, esa cifra se eleva a más de 500 millones de dólares.
Pero ¿cuáles han sido los resultados? Perder inexplicablemente el título divisional a manos de los Bravos de Atlanta, ir a playoffs como uno de los comodines y luego ser derrotados en tres juegos por los Padres de San Diego.
En esta temporada, las cosas han ido para peor. El equipo juega por debajo de .500, está en penúltima posición (50-55) y tiene a 7 otros equipos por delante de ellos para avanzar como uno de los comodines.
Por eso decidieron pescar en río revuelto antes de que se vayan los peces.
Primero enviaron a al cerrador David Robertson a los Marlins de Miami, a cambio de los prospectos Marco Vargas y Ronald Hernández el pasado jueves, 27 de julio. Miami cobrará los $3.5 millones restantes que aún se le deben a Robertson esta temporada.
Bien, un cambio sin mucha euforia colectiva. Pero dos días después, es decir, el sábado 29, anunciaron que enviaban al estelar lanzador y futuro miembro del Salón de la Fama Max Scherzer a los Rangers de Texas, a cambio del prospecto Luisangel Acuña, hermano menor del estelar jugador de los Bravos de Atlanta, Ronald Acuña Jr.
El cambio se hizo oficial al día siguiente (domingo 30) cuando Scherzer no ejerció su derecho a veto a cualquier cambio y dio el visto bueno para el trueque. Y aquí sí que se hizo eco la noticia.
Scherzer tenía una opción de jugador para el 2024 por un valor de más de $ 43 millones. Los Rangers, sin embargo, serán responsables de sólo $22.5 millones de lo que se le debe a Scherzer.
Scherzer no estaba teniendo una temporada regular, aunque su récord de 9-4 diga lo contrario. Su efectividad es altísima (4.01) para su estándar, y ha permitido 23 jonrones en 19 aperturas con los Mets, líder en ese departamento en la Liga Nacional.
Pero con este “sorprendente” cambio, Scherzer, de 39 años, pasa a un equipo que está en el primer lugar en la División Oeste de la Liga Americana y que tiene grandes chances de llegar, incluso, a la Serie Mundial.
Además, llega para reforzar una rotación que curiosamente perdió a otro lanzador ganador de 2 premios Cy Young, Jacob DeGrom, a quien los Mets dejaron ir como agente libre durante la temporada muerta.
Pero las cosas no paran ahí.
Ahora surgen fuertes rumores de que el otro as de los Mets, y también ganador de 3 premios Cy Young, Justin Verlander sea canjeado y el equipo que se ve como favorito para conseguirlo es los Dodgers de Los Ángeles.
Si sucede, entonces los Mets habrán salido de tres pitchers que suman 8 Cy Young, dos de ellos con tres, en menos de un año, y se convertiría en el único equipo en hacerlo. Una cosa de locos e increíble.
Lo cierto es que la apuesta desmesurada de Steve Cohen de contratar jugadores veteranos a un alto precio para ganar de inmediato esa ansiada y esquiva corona que no obtienen desde 1986, le ha fallado. Y aunque el gerente general Billy Eppler diga que no están desmantelando el equipo, los hechos indican otra cosa.
O tal vez estén tirando la toalla ahora, pensando ya en 2024. Pero ¿qué le garantiza que les irá mejor a los Mets? Nadie aún lo sabe.
Lo cierto es que los seguidores de los Mets tal vez se pasen otro otoño viendo a otro equipo destapando champán y celebrando con confeti en el desfile de los campeones.