El béisbol de las Grandes Ligas se juega en varias sedes diferentes en los Estados Unidos. Son 30 los equipos en total que componen las dos ligas de la MLB, por su puesto la mejor pelota del mundo.
Y por supuesto, han sido muchos los peloteros de grandes nombres y números que han llegado a la ciudad de Nueva York a jugar con los Yankees y los Mets que han fracasados en su rendimiento. En otro sentido la ciudad le ha quedado bastante grande.
Muchos dicen, y así es, que la presión de los fanáticos y la prensa neoyorquina, ha sido parte en la historia de estos resultados adversos.
Pero, otros jugadores, agentes libres, con ofertas jugosas de los equipos de Nueva York, han optado de irse a otras sedes por menos dinero, por no enfrentar a los fanáticos y no tener todos los días a más de 50 periodistas en los clubhouses haciéndole preguntas.
A la verdad que jugar en la ciudad de Nueva York no es fácil y el que triunfa aquí, es un campeón de grande etiqueta.
El dominicano Juan Soto, apodado El Bambino, una estrella del béisbol moderno, un caballo, caballo, que en su joven carrera lleva un ritmo de un ideal Salón de la Fama.
Debutó en las Mayores con los Nacionales de Washington, y con ellos ganó la Serie Mundial 2019. Esa misma franquicia le ofreció a su vástago un contrato de 12 años por 440 millones de dólares, y Soto y su representante Scott Boras no aceptaron.
Dos años antes de ser un agente libre, los Nacionales lo cambiaron a los Padres de San Diego. Allí Soto siguió demostrando su calidad como pelotero élite, sin embargo, al terminar las dos temporadas los Padres no lo firmaron y lo cambiaron a los Yankees de Nueva York.
El Boom ha sido excepcional en la ciudad de Nueva York, con la llegada de Soto a los Yankees. Inclusive, los Yankees le dieron 31 millones de dólares en el año suyo de opción.
Se habla que los Yankees terminarán la sequía sin ganar la Serie Mundial, ahora con la inclusión del dominicano en su roster. Pero también se afirma que Soto vas a conectar más de 50 jonrones en el Yankee Stadium, un parquet con limitada dimensión por el bosque derecho.
Ojalá, que todas estas expectativas se puedan llenar, y al joven Soto que sigue aspirando a un amplio contrato, Nueva York no le quede grande, como les ha sucedido en el pasado a varios estrellas de este deporte. Mis deseos son que no sea uno más de esos. Que sepa lidiar con los neoyorquinos y al final salga por la puerta grande. Suerte, Soto, seguro la necesitará.