“Los campos en lucha, se mostraron interesados. El Escogido, entero, en su magnífica forma de ostensible empuje y de mejor resistencia. El Licey apareció como expresó la crónica, quebrantado en el principal resorte y decidido su campo a suplir la deficiencia máxima. Y las suplió hasta que pudo”,
Listín Diario, mayo 15, 1922
New York, New York, mayo 19, 2021 – En 1922, se celebró el primer “Campeonato local” entre los Amarillos del Licey y los Leones del Escogido. El mismo se efectuó en los terrenos del Complejo Deportivo del hipódromo La Primavera en la capital dominicana, del nueve de abril al diez de setiembre de dicho año.
Escogido, que contaba entre sus integrantes a un joven de 16 años de edad, de nombre Juan Esteban “Tetelo” Vargas, se alzó con la corona, ganando 13 de 19 partidos celebrados, de un torneo pactado a 21 encuentros.
En esta serie hubo un choque que se ha convertido en una leyenda en el folklore beisbolero dominicano: Cuando la Reina lloró.
Con las acciones igualadas a dos victorias por bandos, en el juego del domingo 14 de mayo, el novato Joaquín Suncar, Licey, y el veterano Rafael “Fellito” Guerra, sostuvieron duelo de lanzadores, que hasta la séptima entrada, se mantuvo empatado a dos carreras.
Empero, abriendo el sexto episodio, Suncar, aparentemente cansado, transfirió a Diógenes Lara, Mateo de la Rosa y a Luis “Piñao” Acosta. El dirigente del Licey, el boricua Pedro Miguel Caratini, sustituyó a Suncar por Alejandro Pedro San, quien de inmediato abanicó a René Velázquez y a Carlos Frómeta. Pero Lara anotó la del empate desde la antesala por error en tiro del receptor Luis Valerio, a esa posición.
Los Tigres tomaron la delantera, 5-2, en el octavo inning, al combinar incogibles de Pedro Augusto Saillant, Caratini, pelotazo a Burrulote y batazo de Luis Tomás Saillant, que limpió las bases.
El derecho San, el hombre de la bola submarina, había lanzado perfecto desde la sexta, pero en la novena fue la de Troya para el Licey.
En dicha entrada, Escogido anotó cuatro veces, de la siguiente manera: Velázquez, fue out por la vía 63; Carlos Frómeta fue transferido; Manuel Henríquez se embasó por error del intermedista Burrulote Rodríguez y Juan Bautista “Pajarito” Perdomo, de emergente, llegó a primera, por error del inicialista Luis Tomás Saillant. Con los sacos llenos, Nono Otañez fue golpeado por San, quien lanzaba en sustitución del abridor Suncar.
A continuación, el inicialista Mateo de la Rosa, disparó doble empujador de tres vueltas.
Diógenes Lara y Rafael E. “Guaguá” Vargas, cerraron la entrada, con De la Rosa esperando remolque.
Se dice, que Amalia Cabral, la belleza santiaguera, Reina del Escogido, gozó inmensamente, pero que Esperanza Pereira, la belleza vegana, Reina del Licey, lloró en forma inconsolable.
Cuando a De la Rosa le informaron sobre la tristeza que provocó su batazo a la Reina del Licey, constestó, de acuerdo a la leyenda: “Quien gana es quien goza”.
El batazo de Mateo se produjo por los predios del jardín central, defendido por Néstor el “Loco” Lambertus, quien había sustituido en la novena a Miranda, regular de dicha posición.
Los apologistas del Licey se lamentan de que Miranda, uno de los mejores fildeadores de la época, no hubiera tenido problema con el batazo de Mateo, que el novato Lambertus, no pudo capturar.
El partido
Escogido 010 001 004 6 7 4
Licey 000 200 030 5 5 6
Guerra, Perdomo (9), con Guaguá Vargas, por el Escogido;
Suncar, San (6), con Valerio por el Licey.
Ganó: Guerra; perdió San.