CITI FIELD, QUEENS, NY.─ Justin Martínez hizo debut en las Grandes Ligas la pasada temporada con los Diamondbacks de Arizona, apareciendo en 10 partidos y 10.0 entradas lanzadas.
El chico de Bonao, en la República Dominicana, que ahora apenas, tienes 21 años de edad, su segundo año en la MLB, está viviendo su sueño, y convirtiéndose una estrella en cierne.
Martínez, está impresionando, con estupenda temporada de 18.2 innings hasta el momento, en 15 juegos apariciones, con 21 ponches y la increíble efectividad de 0.48.
El joven que lanzó por primera vez frente a sus padres, el jueves en Citi Field, en Nueva York, nos contó que si él estaba emocionado, sus padres estaban mucho más.
“Es la primera vez que vengo a Nueva York y me sentí como en mi casa. Hay muchas gentes Latinas, muchos dominicanos, y la experiencia fue fenomenal cuando subí al montículo”, dijo Martínez, quien está disfrutando el momento.
Señaló que sus padres prefirieron esperar que ellos (los Diamondbacks de Arizona) vinieran a visitar a los Mets en Nueva York, para viajar desde la República Dominicana, porque la distancia es mucha más corta en comparación que volar a Arizona.
Dijo que su actuación del jueves, que fue brillante desde el montículo, fue dedicada a sus padres, especialmente a su madre, porque el pasado domingo se celebraba en dominicana el Día de las Madres.
El espigado lanzador nos contó que la odisea para llegar a las Grandes Ligas ha sido mucho sacrificio, pero al final ha podido sobrepasar todos esos obstáculo, los cuales han quedado atrás.
“Mucho trabajo, buenos y malos momentos, entre ellos malas noches, de poco sueño, pensando en el juego, pensando que debo hacer y a parte de emocionante, ha sido un largo camino de sacrificios”, subrayó.
Dijo que entre las piedras que ha encontrado en el camino para subir al big show ha sido la consistencia, que es la clave para quedar fijo en este juego.
Indicó que su padre, que es abogado de profesión en la ciudad de Bonao, lo llevaba a practicar béisbol desde lo cinco años de edad, no con visión que fuera un pelotero profesional en el futuro, sino que estuviera ocupado en algo, en lugar que se mantuviera en la casa, o dando trote por ahí, después que saliera de la escuela.
Martínez, fue firmado a la edad de los 18 años por los Diamondbacks de Arizona, por costo de 50 mil dólares, como agente libre internacional, saliendo de la academia de Chiqui, donde entró cuando tenía 16 años.
El año pasado convenció a su organización para que lo dejara jugar en su país béisbol de invierno, y aunque fue breve participó con las Águilas Cibaeñas, equipo al que pertenece. Su estadía fue breve, porque los aguiluchos ya estaban eliminados.
Sin embargo, en el Todos contra Todos, jugó con los Gigantes de San Francisco de Macorís, y llegar a ese equipo fue una bendición, porque encontró ahí al veterano Fernando Rodney, quien inmediatamente se convirtió en su mentor y maestro del pitcheo.
Expresó que el progreso que ha logrado como lanzador, se lo debe a Rodney, quién le ha enseñado a varios tipos de pitcheos que se han convertidos en sus armas para avanzar.
Indicó que hasta el año pasado estaba tirando recta lisa y Rodney le enseñó el sinker y splitter, a los cuales les tienes muchas confianzas.
“Me acerqué a Fernando Rodney, después de escucharlo hablando del sinker y le pregunté que como él lo tiraba y él me enseñó el agarre y lo desarrollé”, manifestó.