Ya han pasado casi dos meses desde el inicio de la temporada de Grandes Ligas, y el lanzador dominicano de los Yankees, Luis Gil, no deja de sorprender.
Antes del comienzo de la campaña, el serpentinero quisqueyano originalmente no estaba en los planes del dirigente Aaron Boone para ocupar un puesto en la rotación de los Bombarderos de El Bronx. Pero la lesion del estelar y ganador del Cy Young, Gerrit Cole, abrió el camino para que Boone le diera la oportunidad a Gil de luchar colarse en su grupo de cinco abridores. El prospecto dominicano no defraudó durante la primavera e inició la campaña como el quinto abridor, por detrás de Carlos Rodon (5-2, 3.27), Marcus Stroman (3-2, 3.05), Néstor Cortés (3-4, 3.29) y Clarke Schmitd (5-2, 2.59).
Pero lo que ni Boone, ni el más entusiastas de los fanáticos de los Yankees, incluso especialistas, era que Gil se convertiría en el as de la rotación. Con esto no se le quita mérito al dominicano, ni mucho menos, porque talento tiene de sobra, sino que, honestamente, nadie pensó que sería tan bueno hasta el momento.
Y ahora Boone tiene un dulce dolor de cabeza. Deberá elegir entre sacrificar a Gil o Cortés cuando regrese Cole, o trabajar con una rotación de seis abridores hasta que el flamante ganador del Cy Young recobre toda su forma física.
Perp vamos a poner en contexto lo que se quiere decir; veamos las estadísticas y actuaciones de Gil.
Gil, nativo de Azua en República Dominicana, y de 25 años, tiene marca de 6-1, con un efectividad de 2.11, 70 ponches y un promedio WHIP (Bases por bolas más Hits permitidos por Innings Lanzados) de 1.01. Esos números puros, los ha logrado gracias a su comando de la zona de strikes y su repertorio de lanzamientos
Es tan buena su temporada, hasta el momento, que en sus últimas salidas, incluyendo la del jueves, 23 de mayo, ante los Marineros de Seattle, solo ha permitido 2 carreras limpias, sí, 2 carreras limpias, ante equipos ofensivos como los Orioles de Baltimore, los Astros de Houston, y los propios Marineros. En esas cinco salidas, a Gil le conectaron 12 imparables, apenas un jonrón, en 30.2 entradas lanzadas (algo mas de 6 entradas por salida) en las que al mismo tiempo recetó 35 ponches y dio 10 bases por bolas.
Hay que destacar esta superba actuación del serpentinero quisqueyano ha ido acompañada de un apoyo ofensivo de los bates de los Yankees. Lo bates neoyorquinos, encabezados por el trio mortal de Juan Soto, Aaron Judge y Giancarlo Stanton, produjo en estos cinco encuentros un total de 33 carreras (un promedio de 6.6 carreras por encuentro), producto de 44 imparables, incluyendo 15 cuadrangulares.
Como mencionamos, Boone deberá decidir qué hacer, porque lo que está haciendo Gil es para respetarlo y mantenerlo como abridor permanente. Le ha dado razones de sobra.
La bola está en la cancha de Boone.