MADRID.─ El Barcelona salió del Santiago Bernabéu más líder de lo que llegó y lo hizo no solo ganando, y goleando en el Clásico y sometiendo a un Real Madrid tan incapaz de superar la estrategia del fuera de juego azulgrana como impotente a la hora de trazar una idea de juego. Doblete de Robert Lewandowski, otro de Lamine Yamal y estocada de Raphinha… Clásico resuelto con grandeza. 0-4 en el marcador y seis puntos de ventaja en la clasificación.
Lewandowski en estado letal y un Barcelona en estado de gracia. Un equipo soberbio que tomó el Bernabéu sometiendo al Real Madrid a una auténtica pesadilla en el Clásico. Dos goles en apenas dos minutos del polaco en la segunda mitad desmontaron al campeón, desesperado de principio a fin con la estrategia defensiva del líder.
El Barça supo sufrir y disfrutar a partes iguales en un Clásico que Hansi Flick trabajó a fondo. Le costó entrar en juego y padeció durante más de un cuarto de hora, pero la magnífica línea liderada por Iñigo Martínez desesperó a un Madrid que pudo avanzarse al comenzar el partido pero después fue cayendo una, otra y otra vez en la trampa del fuera de juego.
Si se alcanzó el descanso sin goles fue por pura casualidad. Hasta en ocho ocasiones cayó el Real en el fuera de juego (seis de ellas de Kylian Mbappé) en lo que es récord de la Liga desde hace 15 años… Pero el equipo de Ancelotti, ante la estrategia casi suicida del Barça, rozó el gol al menos en dos ocasiones, una del francés y otra de Vinícius Júnior.
El Barça respondió por medio de Lamine Yamal, que le regaló una ocasión de oro a Andriy Lunin, y de Pedri, cuyo disparo lejano rechazó con problemas el meta ucranio, acabando después la jugada en corner gracias a la rápida reacción de Lucas Vázquez para evitar un centro mortal a Lewandowski…
PIM PAM
Lewandowski mantenía el tipo pero no superaba a la defensa con sus acciones. Tal como no apareció Raphinha y le costó a Lamine Yamal en una primera mitad tan igualada… Como rota fue la segunda.
Algo debió acotar en el vestuario Flick porque la segunda mitad empezó y acabó siendo un festival azulgrana. Fue perdiendo cada vez más el control el Madrid y haciéndose presente el Barça hasta que en dos minutos, contados, entre el 54 y el 56, Lewandowski anotó dos goles.
Asistido primero de forma magistral por un Marc Casadó mayúsculo y después por Balde, el polaco sentenció el partido por la via clásica, antes de que Iñaki Peña agradeciera a su entrenador la confianza recibida con dos atajadas excelentes que frenaron la reacción merengue y que Lamine Yamal sentenciara la victoria en el minuto 77.
La puntilla la regaló Raphinha con un gol de bandera, ya sin Casadó en el campo, ya con el Madrid arrodillado, ya con el Bernabéu vaciándose de una hinchada más temerosa de recibir una humillante manita que de pensar en salvar la cara.
0-4. Sin más. Un Barça demoledor. Espectacular. Y un Madrid sin más respuesta que buscar la velocidad de Mbappé y Vinícius… Y que de tantos fueras de juego acabó siendo un juguete roto.
Jordi Blanco / ESPN Digital