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YANKEE STADIUM, Bronx, NY.- La Liga de Béisbol Dominicano, o LIDOM, es una liga de invierno en la República Dominicana que se lleva a cabo entre finales de octubre y mediados de enero. Seis equipos de toda la isla se enfrentan en una temporada regular de 50 juegos, un round-robin de playoffs de cuatro equipos de 18 juegos y una serie de campeonato al mejor de nueve.
La cultura del béisbol dominicano, es a través de esta liga un caldero de alegría beisbolera, una tierra de emociones libres de trabas, donde los jugadores pueden expresarse y se expresan libremente.
Hay bombeo de pecho, lanzamiento de bate y golpe de guantes. Los puestos cuentan con una gran cantidad de tambores y una gran cantidad de rones.
Los fanáticos rugen, vitorean y saltan sobre los banquillos y crean una energía más festiva que la de cualquier fanático de la MLB. Es un espectáculo increíble y ahora, por primera vez, MLB TV transmite todos los juegos en línea.
Los jugadores de la liga son una mezcla de algunas categorías diferentes. Hay grandes ligas de toda la vida cuyos nombres conoces, como Hanley Ramírez y Fernando Rodney. Luego están algunos de los mejores prospectos dominicanos que buscan acción extra en el juego, como Mauricio o Noelvi Marte de Seattle.
Además, un puñado de no dominicanos en las menores superiores, por lo general muchachos más abajo en la lista de prospectos de un equipo, vuelan durante algunas semanas a la vez. Joc Pederson hizo esto cuando estaba en Triple-A. Por último, hay un puñado de jugadores extranjeros que no han jugado pelota afiliada en años (o nunca) y pasan sus veranos jugando en México o en una liga independiente de los Estados Unidos.
LIDOM es muy diferente de la monótona monotonía de la vida de las ligas menores y su priorización del desarrollo sobre la competencia. Para muchos jóvenes jugadores dominicanos, LIDOM es un campo de pruebas, una primera prueba del béisbol significativo y de alto riesgo.
“Bueno, esa liga, LIDOM fue la que me prepare para estar aquí en las Grandes Ligas en estos momentos”, aseguró el relevista José Cuas de los Reales de Kansas City, dueño de una larga historia para lograr el sueño.
Al igual que Fernando Tatis Jr. y Rafael Devers que protagonizaron LIDOM, Cuas, y casi todas las estrellas dominicanas importantes en las mayores hoy en día dedicaron tiempo a perfeccionar su juego en la liga dominicana en un momento u otro.
“Es una liga fuerte, una liga con muchos fanáticos, lanzar allá me preparó para todas las situaciones que hoy enfrento en las Grandes Ligas”, manifestó.
“Jugar aquí frente a más de 42,000 fanáticos puede ser intimidante, pero no para José Cuas, quien ha jugado muchos juegos importantes en la pelota de invierno con las Águilas Cibaeñas.
“Yo digo que lanzar allá, y lo han dicho otros jugadores es como lanzar en una Serie Mundial, un ambiente fuerte, los fanáticos dejan saber cuando te vas mal y lanzarle a esos buenos peloteros que juegan con los diferentes equipos fue que me prepare para la MLB”, sostovo, Cuas quien este año piensa regresar a jugar para su equipo de Santiago de Los Caballeros (Águilas Cibaeñas).
En 2022, Cuas fue una figura clave en un equipo de Águilas Cibaeñas que batalló en un Round Robin que finalmente quedó fuera de competencia.
Los juegos en LIDOM provocan cada noche fiestas nocturnas en las calles. José Cuas fue la temporada pasada un iniciador de fuego para uno de los equipos más icónicos en la historia reciente de LIDOM, Águilas Cibaeñas. En resumen, la presión de una Serie Mundial no lo desconcierta.
«Los juegos en la República Dominicana son algunos de los más emocionantes de los que he sido parte», dijo Cuas. «No me pongo nervioso en parte, gracias a eso, porque pude jugar en esas atmósferas en la República Dominicana».
Esa misma energía fluye hacia los equipos. Las celebraciones en el vestuario posteriores al juego pueden descarrilarse por completo. Algunos equipos han coordinado bailes con canciones de equipo. Otros, como Leones del Escogido, realizan parodias elaboradas para conmemorar las grandes victorias.
Cuas dice que los juegos entre Águilas Cibaeñas, su equipo, y los Tigres del Licey, mucho más enfrentados en una serie final, es difícil comparar con cualquier partido de las Grandes Ligas, sin importar que sea playoofs o Serie Mundial.
Añadió que podría ser un partido Yankees-Medias Rojas, en los tiempos que él creció y que venía a ver esos partidos al Yankee Stadium, considerándolo fuego puro, una puja entre todos, fanáticos, jugadores, y más.
A pesar que estamos en el mes de Julio, un nivel muy temprano para Cuas que está concentrado en ayudar a los Reales de Kansas City que pasan mal momento, si tiene pensado actuar en el próximo torneo invernal dominicano con las Águilas Cibaeñas.
“Claro, claro, el permiso lo voy a pedir, ahora mismo está muy temprano, pero cuando llegue septiembre, que se acerque más el final de esta liga (MLB), voy a pedir el permiso, porque quiero volver allá”, expresó Cuas, quien está muy agradecido de la ayuda que ha recibido del veterano receptor venezolano Salvador Pérez, quien ha sido clave en su crecimiento como lanzador.
Indicó que su inquietud de jugar de nuevo con las Águilas, es porque considera que el fanático dominicano merecen las presencias de sus jugadores que juegan en las Grandes Ligas.
También, agregó que quiere dar la cara y darle las gracias a la fanaticada por su apoyo y ponerse esa camiseta amarilla.
José Cuas lanzó el año pasado para los aguiluchos, pero anteriormente ya lo había hecho, cuando estaba agente libre, sin organización de las Grandes Ligas, después que lo dejaron libre, recibiendo una oportunidad y por eso está muy agradecido, de todo el personal de las Águilas, especialmente del gerente general Angel Ovalles.
Mientras, Cuas era entrevistado sostenía a su pequeño José Jr., en sus piernas, un niño que ama el béisbol, que se ha angustiado solo, sin ser impulsado por su padre, y quien lo ha dejado que decida él.
Pero según nos cuenta, su hijo José Jr., se ha enamorado del béisbol viendo los partidos por la televisión y jugando en la tableta, adquiriendo conocimientos increíble a su corta edad, de cuatro años.
Dice Cuas que el niño que juega en una entidad de pequeñas ligas en Brooklyn, le deja saber las cosas como son, cuando le vas mal en un juego le dice claro a su padre en qué falló.
José Jr., contó que le gusta mucho el béisbol, que su pelotero favorito es Aaron Judge de los Yankees de Nueva York, porque conecta muchos cuadrangulares y lo sigue por la televisión y en su tableta.
José Jr., quien estaba en el Yankee Stadium, acompañando a su padre, este pasado fin de semana, mientras los Reales visitaban a los Yankees para una serie de tres juegos que perdieron, conoció a su ídolo Aaron Judge, a quien saludó, se fotografió y de quien recibió de regalo una muñequera. Fue día inolvidable José Jr.
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