En las temporadas 2018 y 2019 de MLB, los jonrones abundaron y jugadores que no poseían ese “poder descomunal” sorprendieron a muchos expertos y no faltaron las malas lenguas sobre uso de sustancias prohibidas e indebidas (esteroides, etc). Se corrió el rumor de que las pelotas que se fabricaron para esos torneos, rebotaban mucho más que las normales, lo que fue desmentido por los ejecutivos del béisbol de Grandes Ligas.
En la temporada recortada de 60 juegos de 2020 (debido al Covid-19), no abundaron muchos esos y otros fenómenos, tal vez por la escasa cantidad de partidos escenificados, que incluso impidió que equipos rivales divisionales se enfrentarán en la Serie Regular.
Llega el 2021 y MLB se pone de acuerdo con el Sindicato de Jugadores para realizar la temporada completa de 162 partidos en la Serie Regular que jugaría cada equipo, pero advirtiendo que la bola no sería las misma, sino otra cuyo rebote fuera normal. (Ahí se contradijeron al admitir, prácticamente, que ciertamente las pelotas de los años indicados más arriba, rebotaban con mayor intensidad).
En caso que es que en lo que va de temporada 2021 de MLB se han producido, hasta el momento, seis juegos sin hits ni carreras (no hitters) y no vamos ni siquiera por mitad de temporada.
Ahora, los “genios” de MLB claman porque el montículo de los lanzadores se alargue unos metros más del home plate, dizque para que haya momentos más emocionantes con los jonrones y se disminuya el dominio del pitcheo. Palo si boga y palo si no boga. Se contradicen a todo dar.
El inmortal de Cooperstown Juan Marichal criticó esas pretensiones de MLB de alargar el montículo y las calificó como “un disparate que no debe aprobarse”, añadiendo que han aprobado otros reglamentos inapropiados que jamás debieron ser aceptados, en una clara alusión a la colación de un hombre en posición anotadora cuando el juego arribe al décimo inning.
Una de las pocas cosas nuevas de MLB, con la cual estamos de acuerdo, es que cuando se haya fijado un doble juego, ambos tengan el límite hasta el séptimo episodio en vez de los nueve reglamentarios. Pero no favorecemos de ninguna manera, el hecho de que si un pitcher lanza esos siete innings sin hits ni carreras, no se le otorgue el no hitters, dizque porque no completó las nueve entradas reglamentarias, como fue el caso de Madison Bumgarner, de los Diamondbacks de Arizona. El pitcher no tiene la culpa de que ese partido disputado fuera hasta el séptimo, de acuerdo al nuevo formato.
De manera que es inconcebible que a Bumgarner no le acrediten a su record un no hitters. Esperamos que rectifiquen esos señores de MLB, encabezado por su actual comisionado Rod Manfred y ojalá que dejen de contradecirse y asuman el comportamiento debido. Que no sigan deformando el deporte del bate y la pelota.